Los pigmentos son compuestos que parecen
coloreados porque solo absorben luz de una longitud de onda particular dentro
del espectro visible. Las hojas son verdes porque sus cloroplastos contienen
grandes cantidades de pigmento clorofila, que absorbe con mayor intensidad el
azul y el rojo, en tanto refleja las longitudes de onda verdes intermedias
hacia los ojos del que las ve.
Los pigmentos fotosintéticos son lípidos que se hayan unidos a proteínas
presentes en algunas membranas plasmáticas, y que se caracterizan por presentar
alternancia de enlaces sencillos con enlaces dobles. Esto se relaciona con su
capacidad de aprovechamiento de la luz para iniciar reacciones químicas, y con
poseer color propio. En las plantas se encuentran las clorofilas y los
carotenoides; en las cianobacterias y las algas rojas también existe
ficocianina y ficoeritrina; y finalmente, en las bacterias fotosintéticas está
la bacterioclorofila. Los organismos fotosintéticos contienen varias clases de
clorofila que difieren entre si por los grupos colaterales unidos al anillo de
porfirina.
La clorofila está formada por un anillo
porfirínico con un átomo de magnesio en el centro, asociado a un metanol y a un
fitol (monoalcohol de compuesto de veinte carbonos). Como consecuencia, se
conforma una molécula de carácter anfipático, en donde la porfirina actúa como
polo hidrófilo y el fitol como polo lipófilo. Se distinguen dos variedades de
clorofila: la clorofila a, que alberga un grupo metilo en el tercer carbono
porfirínico y que absorbe luz de longitud de onda cercana a 630 nm, y la
clorofila b, que contiene un grupo formilo y que absorbe a 660 nm. Los
carotenoides son isoprenoides y absorben luz de 440 nm, pudiendo ser de dos
clases: los carotenos, que son de color rojo, y las xantófilas, derivados
oxigenados de los nombrados anteriormente, que son de color amarillento. Las
ficocianinas y las ficoeritrinas, de color azul y rojo respectivamente, son
lípidos que se hayan asociados a proteínas originando las ficobiliproteínas.
Como los pigmentos fotosintéticos tienen enlaces
covalentes sencillos que se alternan con enlaces covalentes dobles, se favorece
la existencia de electrones libres que no pueden atribuirse a un átomo
concreto. Cuando incide un fotón sobre un electrón de un pigmento fotosintético
de antena, el electrón capta la energía del fotón y asciende a posiciones más
alejadas del núcleo atómico. En el supuesto caso de que el pigmento estuviese
aislado, al descender al nivel inicial, la energía captada se liberaría en
forma de calor o de radiación de mayor longitud de onda (fluorescencia).
Sin embargo, al existir diversos tipos de
pigmentos muy próximos, la energía de excitación captada por un determinado
pigmento puede ser transferida a otro al que se induce el estado de excitación.
Este fenómeno se produce gracias a un estado de resonancia entre la molécula
dadora relajada y la aceptora. Para ello se necesita que el espectro de emisión
del primero coincida, al menos en parte, con el de absorción del segundo. Los excitones
se transfieren siempre hacia los pigmentos que absorben a mayor longitud de
onda, continuando el proceso hasta alcanzar el pigmento fotosintético diana.
Las clorofilas son los principales pigmentos fotosintéticos
absorbentes de luz, pero las plantas terrestres también contienen pigmentos
accesorios naranja y rojo llamados carotenoides. Los carotenoides absorben la
luz sobre todo de la región azul y verde del espectro y reflejan las longitudes
de onda de las regiones del amarillo, naranja y el rojo. Los carotenoides
producen los colores característicos de las zanahorias y las naranjas, así como
el de las hojas de algunas plantas durante el otoño. Los carotenoides
desempeñan múltiples funciones: actúan como recolectores secundarios de luz
durante la fotosíntesis y extraen el exceso de energía de las moléculas
excitadas de clorofila y la disipa como calor. Si los carotenoides no
absorbieran este exceso de energía podría transferirse al oxígeno, lo que produciría
una forma ultrarreactiva de la molécula denominada oxigeno sencillo (O*) que
puede destruir moléculas biológicas y causar la muerte celular.
Como la luz que incide sobre la hoja esta
compuesta por varias longitudes de onda, la presencia de pigmentos con distintas
propiedades de absorción asegura que un mayor porcentaje de los gotones
incidentes estimule la fotosíntesis.
Fuente: Karp, E. (2006). Biología Celular y Molecular. Cuarta Edición . Mc Graw Mill.
Fuente: Karp, E. (2006). Biología Celular y Molecular. Cuarta Edición . Mc Graw Mill.
1 comentarios:
Muy buena información, me fue de gran ayuda, muchas gracias. :)
Publicar un comentario